“Madrecita mía, madrecita tierna, déjame decirte dulzuras extremas”.
El día miércoles 10 de mayo nos reunimos para saludar y festejar a todas las mamás de nuestra familia Bettiniana.
A través de un Eucaristía y un Acto en honor a ellas, dimos gracias a quiénes nos dieron la vida, guían y acompañan de manera incondicional, sin importar cuanto hayamos recorrido, cuantas derrotas y victorias estén marcadas en nuestro camino.
Así mismo recordamos y festejamos también a aquellas madres que ya no están en esta vida terrenal, pero que aun así se han quedado en nuestros corazones, como esa voz que jamás se apagará.
La música y la danza nos permitieron expresar de forma genuina nuestros sentimientos, a través de sonidos, vibraciones y movimientos, más allá de las palabras, desde lo más profundo de nuestro ser brotaron para agradecer el inconmensurable amor que nos entrega nuestra madre.
Las estudiantes de la academia de flauta, Valentina Reyes, Sofía Saldívar, Sofía Areyuna y Anita Zapata, junto al profesor Gerardo Blumhn presentaron dos piezas musicales piezas musicales, Himno de la Alegría de Ludwing Van Bethoven y Waldo de los Ríos y Ojos azules de Gilberto Rojas Enríquez.
“Azahar de blancos jazmines, que adornan el patio del viejo jardín. Un beso de luna, me espera en los valles, mi rancho, mi madre, todo mi sentir”, así cantó el profesor de Música Carlos Egaña, zamba del músico argentino Jorge Cafrune.
Para finalizar con lacelebración el Kinder guiados por las profesoras Marcela Cuello, Jeanette Guerrero y Jacqueline Castillo nos deleitaron con su baile al ritmo de la canción “Mama Mia” del grupo ABBA.